Polémico y atrevido en éstos momentos, hablar de los “movimientos sociales indignados”, pero ¿cómo no hacerlo?...tengo numerosos amigos totalmente identificados con dicho movimiento.-Porqué no decirlo, comparto muchos de sus motivos de indignación; el sistema político en total falta de credibilidad, la banca en el disparadero, cómo culpable de muchos de los grandes males del sistema……¿y qué más?...¿hay algún culpable más?
Indudablemente, pero hay que ponerles nombres y apellidos, no excluirlos de responsabilidad por qué no parece políticamente correcto.- Pero están ahí, y muy cerca de nosotros…
Los indignados decimos que “El sistema” no nos vale, dado que nos ha llevado a la bancarrota y a la perdida presente y futura de el mal llamado “estado de protección social”…..eso es lo que verdaderamente está amenazado, los derechos laborales, a punto de extinguir, desde el desprestigiado FMI, se atreven a recomendar más fuerza en reforma laboral, por supuesto en la misma dirección.- Facilitar el despido, dicen, ayudará a combatir el paro….¡ que alguien lo explique para que lo podamos entender!....No ligar los salarios al IPC, sólo a la productividad, peligro, porque ¿Quién establece los baremos de productividad? ¿Por qué no se hizo antes, cuando las empresas desbordaban beneficios a diestro y siniestro?
Defiendo la posibilidad de modificar la ley hipotecaria, que permita la dación de pago de la vivienda y la cancelación total de la deuda bancaria.- Pero, ojo, solo en los casos de vivienda habitual.- De lo contrario hacemos gran favor, al especulador inmobiliario que en época de bonanza y derroche crediticio, se lanzó a comprar pisos y apartamentos con el único fin especulativo……ése que se coma sus pisos y que responda por las hipotecas al total de la deuda, al fin y al cabo es el riesgo del negocio especulativo.-Cuando dicho negocio salía bien no repartía plusvalías, con nadie, ni por supuesto con el banco que le prestó el dinero.-
Muchas más medidas son posibles para ayudar en la crisis, sería extensísimo hablar de todas, pero hago una reflexión……..¿luchamos por cambiar el sistema? Ó ¿destruimos el sistema?
Si decidimos lo primero, y no nos vale ninguno de los partidos políticos actuales, tenemos la opción de crear una opción política nueva que combata desde dentro del sistema.-
Si optamos por destruirlo porque nada de él nos vale….la acción para esto no sé si es muy recomendable, aunque desde luego posible….cuestión de actitudes y actuaciones, pero ojo que nadie olvide que en las últimas elecciones casi un 70% ciudadanos respaldaron el “sistema” en las urnas.-
Yo apuesto por concienciar y mover a la sociedad, para generar un compromiso en lo político y en lo social, con actitudes pro-activas, sacando del letargo consumista que durante años nos ha hecho felices con “el tener” como símbolo de poder y triunfo social, defendiendo el “egoísmo” y el “individualismo” sin vinculación social, ni siquiera con nuestras colectividades más cercanas.-
Indudablemente, pero hay que ponerles nombres y apellidos, no excluirlos de responsabilidad por qué no parece políticamente correcto.- Pero están ahí, y muy cerca de nosotros…
Los indignados decimos que “El sistema” no nos vale, dado que nos ha llevado a la bancarrota y a la perdida presente y futura de el mal llamado “estado de protección social”…..eso es lo que verdaderamente está amenazado, los derechos laborales, a punto de extinguir, desde el desprestigiado FMI, se atreven a recomendar más fuerza en reforma laboral, por supuesto en la misma dirección.- Facilitar el despido, dicen, ayudará a combatir el paro….¡ que alguien lo explique para que lo podamos entender!....No ligar los salarios al IPC, sólo a la productividad, peligro, porque ¿Quién establece los baremos de productividad? ¿Por qué no se hizo antes, cuando las empresas desbordaban beneficios a diestro y siniestro?
Defiendo la posibilidad de modificar la ley hipotecaria, que permita la dación de pago de la vivienda y la cancelación total de la deuda bancaria.- Pero, ojo, solo en los casos de vivienda habitual.- De lo contrario hacemos gran favor, al especulador inmobiliario que en época de bonanza y derroche crediticio, se lanzó a comprar pisos y apartamentos con el único fin especulativo……ése que se coma sus pisos y que responda por las hipotecas al total de la deuda, al fin y al cabo es el riesgo del negocio especulativo.-Cuando dicho negocio salía bien no repartía plusvalías, con nadie, ni por supuesto con el banco que le prestó el dinero.-
Muchas más medidas son posibles para ayudar en la crisis, sería extensísimo hablar de todas, pero hago una reflexión……..¿luchamos por cambiar el sistema? Ó ¿destruimos el sistema?
Si decidimos lo primero, y no nos vale ninguno de los partidos políticos actuales, tenemos la opción de crear una opción política nueva que combata desde dentro del sistema.-
Si optamos por destruirlo porque nada de él nos vale….la acción para esto no sé si es muy recomendable, aunque desde luego posible….cuestión de actitudes y actuaciones, pero ojo que nadie olvide que en las últimas elecciones casi un 70% ciudadanos respaldaron el “sistema” en las urnas.-
Yo apuesto por concienciar y mover a la sociedad, para generar un compromiso en lo político y en lo social, con actitudes pro-activas, sacando del letargo consumista que durante años nos ha hecho felices con “el tener” como símbolo de poder y triunfo social, defendiendo el “egoísmo” y el “individualismo” sin vinculación social, ni siquiera con nuestras colectividades más cercanas.-
Si queremos cambiar el sistema necesitamos voz, necesitamos voto, representación, crear un nuevo modelo desde dentro, un partido que defienda al ciudadano que trabaje para éste, que comience desde cero.
ResponderEliminarSi queremos destruir el sistema habrá que quemar contenedores... (igual tiene más futuro).
Justo
Si el problema es sistémico, metodológico, o se cambia el método o pasará como con la economía, que con los remedios de siempre no se puede salvar una situación nueva (os acordáis de la refundación del capitalismo?). Si se quiere cambiar el método, usando el mismo método, estaremos en las mismas. Los mayores cambios sociales de la historia están basados en la lucha y en la desobediencia de las leyes. Queda claro, ¿no?
ResponderEliminarEl Mestizo
Apoyo esa reflexión del Mestizo, parchear al sistema no es más que darle aire. Hagamos propuestas desde fuera y vayamos a por ellas. La lucha está en la calle, en los parlamentos está perdida.
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