Después de casi tres años de duelo, compartido con la familia, inicias una nueva oportunidad de vida al otro lado del Atlántico.-Más próximo a tu familia original, esa que te dio la vida, más arropado naturalmente, como tú te mereces, estamos seguros que alguna vez la vida será justa contigo, no podemos dudarlo, de lo contrario perderíamos toda fe y esperanza en el futuro, y tu futuro deberá comenzar a tener buenos sabores.- A los que te conocimos hace más de seis años, nos has dejado una “impronta” y “entereza” personal que en algunos momentos nos dejaba sin habla.-
Haciendo honor a tu nombre nos has inundado de una mancha de “dignidad” que será difícil borrar.-¡Gracias! Por el amor y cariño que diste a Esther mientras vivió a tu lado.-Y por haber mantenido entre nosotros durante casi tres años después la llama de la vida y el recuerdo de un ser querido hasta la enormidad por todos nosotros.-
Nos duele tu marcha, pero también nos alegra que afrontes una nueva oportunidad de vida, como es justo y aspirable en todo buen ser humano.-Te vas a la “Gran Manzana” y esperamos y deseamos de todo corazón, encuentres la estabilidad sentimental y emocional que aquí fue tan breve para ti.-
Una de las grandes satisfacciones de la vida, es conocer a personas como tú, que hacen que en los momentos de desánimo y descorazonamiento, uno sea feliz de vivir, de palpitar, de ilusionarse cada día, a pesar de que el entorno se empeñe en lo contrario.-
Y recuerda, no te has despegado del todo de todos nosotros, te amenazamos e incluso prometemos, que si tú no lo haces, cruzaremos el charco por primera vez, para tomar un buen ron dominicano contigo, al lado del Caribe o de la estatua de la Libertad, ¡da igual pero allí estaremos! Es una promesa y también una “amenaza”…cariñosa por supuesto
Haciendo honor a tu nombre nos has inundado de una mancha de “dignidad” que será difícil borrar.-¡Gracias! Por el amor y cariño que diste a Esther mientras vivió a tu lado.-Y por haber mantenido entre nosotros durante casi tres años después la llama de la vida y el recuerdo de un ser querido hasta la enormidad por todos nosotros.-
Nos duele tu marcha, pero también nos alegra que afrontes una nueva oportunidad de vida, como es justo y aspirable en todo buen ser humano.-Te vas a la “Gran Manzana” y esperamos y deseamos de todo corazón, encuentres la estabilidad sentimental y emocional que aquí fue tan breve para ti.-
Una de las grandes satisfacciones de la vida, es conocer a personas como tú, que hacen que en los momentos de desánimo y descorazonamiento, uno sea feliz de vivir, de palpitar, de ilusionarse cada día, a pesar de que el entorno se empeñe en lo contrario.-
Y recuerda, no te has despegado del todo de todos nosotros, te amenazamos e incluso prometemos, que si tú no lo haces, cruzaremos el charco por primera vez, para tomar un buen ron dominicano contigo, al lado del Caribe o de la estatua de la Libertad, ¡da igual pero allí estaremos! Es una promesa y también una “amenaza”…cariñosa por supuesto
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