Vuelve septiembre, y por ende los escolares preparan nuevo curso, los universitarios se sacuden el bolsillo para la matrículas, mejor dicho, los padres de los universitarios, y los de bachillerato.-Intentando echar el desánimo a nuestras espaldas, si consigue uno aislarse de las informaciones políticas , económicas y sociales, algo harto difícil por no decir imposible; pero sabiendo que si se consigue tu espíritu y tu mente notarán una relajación y porque no decirlo, hasta un optimismo necesario e imprescindible, para encarar la recta otoñal que nos desembocará como todos años en el frio cierzo y la húmeda niebla, sin pensarlo y sin dudarlo.-
Y uno tiene ganas de hablar, de los Eres andaluces, de los apestosos casos de corrupción, del borrado de discos duros de ordenador, de la impunidad de tanto canalla político y empresario, y hasta de la condescendencia y permisividad, que a veces tiene algo de complicidad, del ciudadano medio que con ciertas posturas, hace posible el mantenimiento de ésta sociedad mal llamada “democrática” , cautiva de mercados neoliberales, políticas opresoras, y porque no decirlo, medios de comunicación, corruptos y manipuladores de toda información.-
Siempre queda la opción del periodismo libre de la red, las opiniones de columnistas digitales, y de todos aquellos que se atreven a volcar pensamientos y reflexiones ajenos a intereses partidistas e imperios económicos.- Les aseguro que los hay, lo difícil y costoso es la búsqueda, pero haberlos, “ahílos”.-
Luego está el hábito de lo que uno cree y quiere creer, lo que uno escucha y quiere escuchar, llegan a la reflexión general de que todos al final somos presos del pensamiento dirigido, haciendo bueno el dicho del profesor J.L. Sampedro de la lucha por la “libertad de pensamiento”
Hay una generación de jóvenes en éste país, que quieren creer en el futuro del mismo y no se resignan a que éste sea peor que el de sus padres.-No todo son “hombres mujeres y viceversa” son jóvenes enfrascados en la supervivencia y la lucha por su estatus laboral, social, y por ende “personal”.-
Vamos a confiar de una vez en ellos, son los únicos no contaminados que pueden contribuir al cambio, la regeneración y la salvación de éste país, porque si miramos hacia otro lado, los seguimos apartando de los poderes de influencia, decisión y oportunidad laboral, vamos todos sin remedio encaminados al abismo.-
El “ninismo” juvenil es la gran bomba que amenaza ésta sociedad, una generación perdida es algo que no puede permitirse nadie, y la opción de la emigración es el entero reconocimiento de nuestro fracaso más absoluto, como ya lo han padecido otros países.-
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