Con motivo de una baja laboral (afortunadamente la primera en 35 años), y el tiempo libre que representa en la práctica, durante el periodo de recuperación, uno que ya de por si tiene el vicio defecto de la observación y el callejeo permanente, experimenta durante éstos días, leyendo prensa, viendo telediarios (algunos de una manipulación infumable) y escuchando conversaciones callejeras, una sensación clara y diáfana de la instalación social, de las dos Españas, o lo que es lo mismo la visión tan enfrentada y alejada entre ciudadanos de éste país de una realidad que nadie parece saber cual es ciertamente.-
La realidad de desquebrajo económico social con la demostrada aniquilación de las clases medias, apoyada en la falta de empleo, reducción de salarios y la reducción a limites testimoniales de múltiples derechos sociales, en educación, sanidad y asistenciales representa para muchos, como una nube tormentosa, que parece solo va a descargar en los “demás” siendo el único objetivo del 50% de la población, el no encontrarse entre los afectados.-
Es preocupante la gran desafección ciudadana, hacia cualquier colectivo que reivindique en la calle, cualquier derecho, ideología o sentimiento de colectividad.-En Aragón, cuna regional para muchos estudios de mercados y capitales, debiera hacerse uno serio al respecto.-
El paseo de Independencia el día de San Jorge, era un reflejo claro de lo que expongo, abarrotado de público ojeando casetas de libros, cafecitos, y luego vermuteo largo al filo del mediodía.- Miradas sorprendidas de paseantes ante un grupo político que se resiste ante la soledad social, a perder el carácter reivindicativo y de inquietud política que en otros años tuvo esta sociedad aragonesa.-
La autocomplacencia, la desgana, el individualismo anacrónico del temperamento aragonés, ha revitalizado el sálvese quien pueda, y el “a mí no me va a pasar”.-Me considero víctima y parte del aborregamiento social, estamos cargados de miedos a perder lo que aún tenemos, los que lo tenemos.- Toleramos y soportamos todo, como si el deterioro económico, social y psicológico, fuera algo bien merecido por nuestros desmanes del pasado.- Así nos lo han transmitido y así nos lo han inculcado en nuestras mentes.- Como las “siete plagas” lo tenemos merecido y ante ello debemos, callar, rezar, procesionar y asistir a los toros, para reforzar nuestro sentimiento español, frente a las conspiraciones judeo-masónicas y secesionistas de “los catalanes” que ahora parecen ser los culpables de los males de éste país, después de los bancos y los políticos.-
Aunque después de oír a un tal “Torres Duce” (poder judicial) totalmente en brazos de los poderes políticos que los mantienen, experimento un ardor de estómago, ante la actuación de ésta casta, a salvo del bien y del mal que encima se permiten darnos ejemplos con sus comportamientos, bien a la vista de todos por cierto.-
Se está generando una gran fractura social en éste país llamado España, se revitalizan los antiguos moldes y valores de españolismo.-Ser del Madrid, amar los toros, la religión católica, y sobre todo odiar y apuntar a todo lo catalán o vasco (que a estos también les llegará) parecen ser las señas ideológicas plenas del españolismo del siglo XXI.-Parece que nadie tengamos amigos y familiares en Cataluña y el País Vasco, serán los terribles nuevos enemigos de los españoles de bien.-
Y por dios y aunque no vaya con el tema, ¿ sería posible que Aragón TV, la que nos cuesta 42 millones de euros de los presupuestos de la comunidad, renovara sus contenidos e informativos?.....quizás sea posible transmitir al mundo la imagen más actual y cierta de ésta comunidad, que aunque ya se somos poco más de un millón de habitantes, y no pintamos más allá del 3% nacional, seguimos siendo casi el 10% del territorio de este país para nuestra suerte o nuestra desgracia.-
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