Desde la “secreta”, aunque de sobras conocida, reunión de Zapatero, con González (BBVA) y Botín (Bco.Santander) en la segunda quincena de diciembre, en la que éstos últimos instaron con presión y fuera a intervenir en las cajas, forzándolas a su privatización, los acontecimientos se han desarrollado de forma imparable.-La penalización que los mercados internacionales (fondos americanos) aplicaron a las emisiones de deuda de estos dos “grandes” reflejado con las caídas escandalosas en bolsa de sus cotizaciones, BBVA -40% SANTANDER -31% , cabrearon a los más altos directivos de dichos bancos, dirigiendo su ira y acusación hacia las Cajas.-
A partir de ahí, ha ocurrido lo que todo el mundo sabe, en estos momentos con la complicidad económico-política de los grandes bancos, y el gobierno con el silencio de la oposición, se está a punto de cometer en éste país el mayor desmán financiero de nuestra historia, ante el silencio e inactividad de la población y de los propios empleados de cajas (120.000 en toda España).-
Las Cajas, que suponen la mitad del sistema financiero de éste país, están a punto de ser entregadas a precio de saldo y desguace a bancos, inversores privados y “fondos piratas” internacionales ante la complicidad de todos.-
Las consecuencia de la perdida económica que para la sociedad en su conjunto representa, será inmenso y sólo cuantificable con el tiempo; mucho más que el estrictamente patrimonial contable que ahora está en juego.-
Se va a producir una concentración bancaria exagerada de la competencia, con perjuicios familiares, profesionales y de PYMES; además de un alto riesgo de exclusión financiera para personas que tenían en las cajas y su proximidad, un servicio público que los bancos no prestaban.-Consecutivo a todo esto, la pérdida de la Obra Social que en muchos casos actúa como segundo estado de bienestar, atendiendo a situaciones sociales donde casi nunca llegan las políticas públicas, y más en estos momentos de gran crisis.-Constituye un ágil instrumento de dinamización cultural, especialmente en zonas pobres, alejadas y mundo rural en general.-
La política de estado debiera haber sido, intervenir en aquellas cajas que presenten problemas, depurando responsabilidades y obligándolas a realizar la función para la que fueron creadas hace más de 100 años y no obligándolas a convertirse en bancos para posteriormente ser vendidas a los grandes tiburones financieros de capital privado.-
Según la ministra de economía, el coste de dicha intervención sería de unos 20.000 millones de euros, un 3% del PIB, cantidad mas manejable y productiva que los gastos faraónicos en el AVE y menor del 6% del PIB que costó la intervención bancaria de los años ochenta desde Rumasa hasta Banesto.-
Coste, en todo caso menor al de la desaparición de éstas entidades, hecho que sólo el tiempo descubrirá, entre otras cosas cuando más de 20.000 profesionales de las mismas, profundamente formados, se incorporen a las dos mayores empresas del país: INEM y Seguridad Social (prejubilados) en un momento que se debate la prolongación de la actividad hasta los 67 años.-
Entre todos las mataron y ellas solas se murieron…..epitafio para el final.-
A partir de ahí, ha ocurrido lo que todo el mundo sabe, en estos momentos con la complicidad económico-política de los grandes bancos, y el gobierno con el silencio de la oposición, se está a punto de cometer en éste país el mayor desmán financiero de nuestra historia, ante el silencio e inactividad de la población y de los propios empleados de cajas (120.000 en toda España).-
Las Cajas, que suponen la mitad del sistema financiero de éste país, están a punto de ser entregadas a precio de saldo y desguace a bancos, inversores privados y “fondos piratas” internacionales ante la complicidad de todos.-
Las consecuencia de la perdida económica que para la sociedad en su conjunto representa, será inmenso y sólo cuantificable con el tiempo; mucho más que el estrictamente patrimonial contable que ahora está en juego.-
Se va a producir una concentración bancaria exagerada de la competencia, con perjuicios familiares, profesionales y de PYMES; además de un alto riesgo de exclusión financiera para personas que tenían en las cajas y su proximidad, un servicio público que los bancos no prestaban.-Consecutivo a todo esto, la pérdida de la Obra Social que en muchos casos actúa como segundo estado de bienestar, atendiendo a situaciones sociales donde casi nunca llegan las políticas públicas, y más en estos momentos de gran crisis.-Constituye un ágil instrumento de dinamización cultural, especialmente en zonas pobres, alejadas y mundo rural en general.-
La política de estado debiera haber sido, intervenir en aquellas cajas que presenten problemas, depurando responsabilidades y obligándolas a realizar la función para la que fueron creadas hace más de 100 años y no obligándolas a convertirse en bancos para posteriormente ser vendidas a los grandes tiburones financieros de capital privado.-
Según la ministra de economía, el coste de dicha intervención sería de unos 20.000 millones de euros, un 3% del PIB, cantidad mas manejable y productiva que los gastos faraónicos en el AVE y menor del 6% del PIB que costó la intervención bancaria de los años ochenta desde Rumasa hasta Banesto.-
Coste, en todo caso menor al de la desaparición de éstas entidades, hecho que sólo el tiempo descubrirá, entre otras cosas cuando más de 20.000 profesionales de las mismas, profundamente formados, se incorporen a las dos mayores empresas del país: INEM y Seguridad Social (prejubilados) en un momento que se debate la prolongación de la actividad hasta los 67 años.-
Entre todos las mataron y ellas solas se murieron…..epitafio para el final.-
la izquierda nunca puede estar trasnochada, es lo que siempre quiere que pensemos la derecha, y mas la de este pais que nos lleva como borregicos.
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