Casi quince días, consumidos, entre trasnochadas diarias, horas de terrazas aderezadas por acordes musicales y jarricas de cerveza con limón amén de más comida de la necesaria y conveniente.- En los pueblos, repletos de gente en periodos festivos, como una manera de recobrar los orígenes, impulsado tan noble sentimiento, por una cada vez más asfixiante crisis, económica-social, de confianza e incluso de autoestima personal, cada vez más machacada por las noticias.-
Noticias de las que aconsejo huir, te ayuda a tener una sensación continua de que el tiempo se hará eterno e incluso jamás volveremos al trabajo, al ERE, al contrato becario, a las obras del tranvía, etc. etc.-
Estuvimos a punto del final del mundo, casi nos quedamos sin liga de fútbol.- Y eso si que no, podemos aguantar cualquier cosa, incluso la mirada inquisitorial con ojos saltones de ésos niños africanos del dichoso “cuerno”; pero sin liga de fútbol no.- Eso sería el fin.-
Asistimos anonadados a la espectacular puesta en escena del poder y arraigo de la iglesia entre los jóvenes.-Parecía real, mas de un millón de personas abrasadas por el calor, mientras imbuidos de fe, hacían la ola a su Santidad.- No todo está perdido, la juventud, o parte de la juventud, todavía tiene fe, esperanza y alegría en el futuro.-
Luego están los excépticos, los que alardean de la creciente aconfesionalidad de la sociedad, que no del Estado.- Que si los matrimonios civiles, superan a los religiosos; que cada vez menos jóvenes asisten a misa de domingos, que casi ninguno pasa por los confesionarios, despreciando los consejos de abstinencia sexual; que no hacen caso a las llamadas de la fe; que solo piensan en el dinero……etc. etc.
Volverá el curso en septiembre, la compra de libros, los prestamos rápidos de consumo, la inseguridad laboral de los que aun trabajamos……y nos iremos sumergiendo poco a poco en la rutina diaria, el que tenga la suerte de tenerla.-
Y así todos nos daremos cuenta poco a poco, que tras el chapuzón en Salou, o en la Pesquera de Beceite, deberemos retroalimentarnos para seguir y generar ilusión en nuestros horizontes….que seguro que existen y no tienen porqué ser eternamente oscuros.-
Noticias de las que aconsejo huir, te ayuda a tener una sensación continua de que el tiempo se hará eterno e incluso jamás volveremos al trabajo, al ERE, al contrato becario, a las obras del tranvía, etc. etc.-
Estuvimos a punto del final del mundo, casi nos quedamos sin liga de fútbol.- Y eso si que no, podemos aguantar cualquier cosa, incluso la mirada inquisitorial con ojos saltones de ésos niños africanos del dichoso “cuerno”; pero sin liga de fútbol no.- Eso sería el fin.-
Asistimos anonadados a la espectacular puesta en escena del poder y arraigo de la iglesia entre los jóvenes.-Parecía real, mas de un millón de personas abrasadas por el calor, mientras imbuidos de fe, hacían la ola a su Santidad.- No todo está perdido, la juventud, o parte de la juventud, todavía tiene fe, esperanza y alegría en el futuro.-
Luego están los excépticos, los que alardean de la creciente aconfesionalidad de la sociedad, que no del Estado.- Que si los matrimonios civiles, superan a los religiosos; que cada vez menos jóvenes asisten a misa de domingos, que casi ninguno pasa por los confesionarios, despreciando los consejos de abstinencia sexual; que no hacen caso a las llamadas de la fe; que solo piensan en el dinero……etc. etc.
Volverá el curso en septiembre, la compra de libros, los prestamos rápidos de consumo, la inseguridad laboral de los que aun trabajamos……y nos iremos sumergiendo poco a poco en la rutina diaria, el que tenga la suerte de tenerla.-
Y así todos nos daremos cuenta poco a poco, que tras el chapuzón en Salou, o en la Pesquera de Beceite, deberemos retroalimentarnos para seguir y generar ilusión en nuestros horizontes….que seguro que existen y no tienen porqué ser eternamente oscuros.-
Hay mucha gente que lo está pasando mal, tanto social como económicamente hablando, pero no nos queda otra cosa que seguir luchando con optimismo por un futuro mejor para todos. Los que seguimos manteniendo el trabajo no debemos acomodarnos en nuestro sillón sino más bien pelear por un futuro mejor y una sociedad más justa. No podemos mirar para otro lado ni esconder la cabeza como las avestruces, porque tarde o temprano estas actitudes nos dejarán huella en nuestra conciencia social.
ResponderEliminarSalud.