El premio Nobel, columnista de The New York Times, ha hecho sus terroríficos vaticinios.
Grecia, saldrá del Euro, y en Junio, ¡si en Junio! Se producirá un corralito financiero en España e Italia, es lo que pronostica en su columna digital del anterior periódico.-
Indudablemente la palabra de un premio Nobel, no deja de tener su enjundia, y poder mediático.- Además todos estos sabios economistas, que lanzan sus predicciones y soflamas sobre el futuro, suelen acertar cuando ven el hocico y oyen el gruñido, diciendo ¡estos señores creo que si nadie lo remedia es un cerdo!
Puede que el señor Krugman acierte, pero si no es así, nadie le reprochará sus errores de diagnóstico, y seguirá escribiendo sus predicciones visionarias, sin que nadie le reprenda nada.-
No creo que ayuden estas declaraciones, a tranquilizar la sociedad, y dar un poso a todas luces necesario en éstos momentos, de mesura, sentido y rechazo del alarmismo constante al que los medios nos tienen sometidos.-
Por otra parte soy de los que piensan que una vez instalados en el catastrofismo total, como ocurría hace cien y menos años, las grandes crisis mundiales, se superaban con guerras.-
Ya estamos viviendo una, la economía actual, va a dejar los estados, sus ciudadanos y sus clases medias, como arrasadas por una guerra mundial.- España, va camino de un reducto de jubilados y prejubilados europeos, un país de servicios, playas y sol, en cierta manera es lo que se vaticinó en la distribución económica de la nueva Unión Europea, cuando se constituyó.-
La California del viejo continente, como se nos catalogó entonces, plasmándose en los acuerdos de Maastricht , es el futuro de éste país.-Las patentes industriales que teníamos, ya hace años emigraron a Alemania e Italia.- Estamos azotados por la agricultura de países subdesarrollados africanos, que son capaces de inundar Europa de todos los alimentos que la misma necesita, aún cuando dichos países, pasen hambre.- Pequeños focos industriales, saltean éste país, agricultura decadente, y de lo que vivimos es de los servicios, en todo el amplio sentido de la palabra.-
Me parece un poco tarde para intentar cambiar la estructura productiva de España, superado con grandes heridas el boom inmobiliario; soy de los que aún creen que toda esta vivienda construida, tarde o temprano caerá en manos de fondos inmobiliarios que harán su agosto con su compra, para revender a los jubilados alemanes, franceses o centroeuropeos en general, que a nada que la economía mundial occidental de visos de recuperación, volverán a mirar nuestras playas y nuestro sol, como destino del retiro dorado.- Y si no ¡ al tiempo!
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