No lo censuro, pero no lo entiendo; visionados varios vídeos sobre el "Salto de la reja" intento comprender en pleno siglo XXI; con primas de riesgos, uniones europeas, crisis demoledoras de gran factura social, con una sociedad en plena descomposición de los poderes clásicos, (legislativo, ejecutivo y judicial) con una crisis de fe en casi todo, ¿ cómo puede representar algo tan alejado de la realidad, tan próximo a radicalismos religiosos de otras épocas, un espectáculo de casi un millón de personas de romería , en una de las regiones más deprimidas económicamente en éste país, el termómetro sentimental ciudadano?
No me vale la respuesta, de que por éso mismo las gentes hoy en día, siguen buscando su refugio en la espiritualidad religiosa más exacerbada como un mal entendido consuelo, a no se qué, realmente.-
Rostros enfervorizados, con el rictus violento en sus caras al sentirse desplazados del sitio preferente que guarda hace más de tres horas.- Niños arrojados con caras de temor, para que puedan tocar la peana o figura de la Virgen.- Ciudadanos que se golpean a puñetazos con rostros furibundos, ante el riesgo de perder la posición tan privilegiada que horas llevan manteniendo.-
Es España, la mezcla de identidades sentimientos y maneras de entender los conceptos religiosos, espirituales y como no los "solamente pragmáticos" que también existen, y a los que todos éstos espectáculos de pasión iconoclasta en pleno 2012, les representan más que otra cosa, la sensación de que quizás tampoco hemos cambiado tanto, y realmente desde nuestros adentros estamos verdaderamente anclados a hechos sociales que verdaderamente nos diferencian, del resto de ciudadanos de éste continente llamado Europa, y en el que muchos se esfuerzan en enquistarnos compartiendo mesa y mantel, con los chuvinistas franceses, los alemanes cuadriculados, o los helados noruegos y suecos.-
En ésta diversidad debe estar la riqueza de Europa, porque si no , dudo que jamas éste continente pueda ser un ejemplo de cohesión social y cultural, ante la consistencia emocional y analítica de pueblos menos apasionados y viscerales que algunos de nuestro país.- Y sin salir del país, la diversidad de los pueblos que nos componen, apasiona y a veces hasta asusta.-
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