El España-Haití, de hace unos días, representa la hipocresía social vinculada a éste deporte que en ara de un ciego sentido patrio, hace que pase desapercibido para los medios, que un encuentro deportivo de futbol, entre una gran potencia y campeona del mundo del pelotón y unos amateur e inexpertos futboleros de un país sumido en la máxima pobreza y abandono internacional, sea capaz de mover varios millones de euros en compensación hacia los deportistas del país desarrollado.-
Nadie, ni Marca, ni As, ni por supuesto los eufóricos seguidores periodísticos del deporte de la pelota, han recalado ni lo más mínimamente del paradigma de injusticia social, que representa el hecho de que una veintena de elitistas del deporte como los que integran el equipo de la selección española “la roja” además de gastos pagados en suntuosos aviones, hoteles de lujo se hayan llevado importantes primas por su participación en semejante “farsa” futbolera, ante un país que representa la máxima pobreza social de todo el Caribe.-
Con los más de dos millones de euros del coste del citado encuentro, es inimaginable la cantidad de apoyos sociales que ayudarían a mitigar la desidia de ciudadanos haitianos, desamparados en tiendas de campaña, rodeados de agua y lodo, todavía desde el último terremoto-tsunami que azotó a dicho país.-
Pero nada de esto está mal visto socialmente, si cualquiera de tus actuaciones, va protegida por el escudo de “la roja”, que a través de una camiseta te legitima ante cualquier calumniador o antipatriota de los muchos que vagan por éste infausto y decrépito país llamado España.-
Cuando los valores de identidad de un pueblo y sus habitantes, están supeditados y embargados, por el éxito a alcanzar de sus deportistas más emblemáticos, y sólo por dicho éxito, triste horizonte de futuro se abren sobre apuestas más inexcusables, como debieran ser la cultura, la ciencia e incluso la investigación.- El daño de éste abandono, debiera sernos patente y claro, cuando los ídolos de nuestros niños y adolescentes, si en algún caso existen se circunscriben únicamente a los Casillas, Nadales, Alonsos, etc. etc.-
Luego no nos extrañemos de las audiencias televisivas de los grandes hermanos y otras pandemias televisivas que soportamos a diario.-
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