El aproximarse a los 54 años, produce muchos daños “colaterales” además de los inherentes a la fecha de nacimiento del carnet de identidad.-Uno es tratado de “usted” con más frecuencia de la que a menudo desearía; pero es el menor daño emocional comparado con el despido y jubilación de compañeros de trabajo, que producto de ésta dichosa crisis, van abandonando el barco laboral, a nada que las condiciones merezcan la pena, y si no como antídoto de saneamiento mental, sean cual sean las mismas, que en la mayoría de ocasiones no son elegibles.-
Compañeros de durante muchos años los has tenido más o menos cercanos y a los que ahora dices adiós, sabiendo la pérdida de valor que supone por su experiencia, en la mayoría de las empresas en las que son despedidos.- Poblaran las calles junto a otros jubilados de años atrás, ocuparan viajes del Inserso y otras promociones para mayores de 55, pero cada uno de ellos tendrá la inevitable sensación de haber sido expulsado del mercado laboral, como gente inútil, a los que no se valora para nada los 35 o más años de experiencia en la solución de problemas, colaborando a la pujanza y máximo rendimiento de todas y cada una de las empresas en las que han trabajado.-
Son auto convencido de lo afortunados que son en poder marcharse, en estas condiciones que serán infinitamente mejores a los que se vean forzados a hacerlo dentro de algún año.-
Para las empresas de servicios, comerciales o financieros, no son aprovechables, pues a lo largo de los años la práctica les ha creado una idea y opinión propia, que para nada gusta a los nuevos gestores de las empresas, deseando solamente trabajadores aborregados, que en aras de unas hipotéticas expectativas de desarrollo profesional, acatan cuantas directrices y prácticas comerciales emanan de sus dirigentes, sin el más mínimo gesto de crítica o contradicción.- Es el espíritu joven el que se precisa para dichos menesteres.-
Y para los que nos quedamos (bastante afortunados, por cierto) nos estampan el mensaje inmovilizante, de : “La experiencia no vale para nada” y “El contador se pone a cero desde ahora, sin valer los méritos anteriores”……..Bueno, pues para aquellos que nos dejan,…suerte y gracias por todo lo compañeros, fieles y leales que laboralmente han sido la mayoría.-
Uno en la vida, forja su persona no sólo por medios propios, sino indudablemente por la influencia y el buen hacer que ha visto a lo largo de los años, en muchos de ellos.-
como siempre, has comentado la realidad.- gracias y hasta siempre.
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