Tras Siria, ocupamos un segundo brillante puesto; según un estudio de una ONG alemana (tenía que ser) en el porcentaje de mayor incremento en la percepción de la corrupción.-Cuidado con la noticia que da para muchas interpretaciones (malas y menos malas).-Yo personalmente interpreto, no un incremento de la corrupción real (que puede que también) sino en un incremente de su percepción.- Hay es nada, es decir, que parece ser que los ciudadanos internos y externos, se dan más cuenta que antes, de que ese tolerado virus social y político empresarial nos estruja, avergüenza y castiga y además los ciudadanos crecen en su percepción, diríamos que por fin se dan más cuenta de que existe y de qué manera.- Pues bien, si este hecho es real, cabe esperar cierta reacción de la ciudadanía, ¿o no?-Cuando uno aumenta la percepción de que puede acabar en el paro, inmediatamente después se eleva sobremanera su índice de preocupación y hasta de angustia.- Si alguien aumenta la percepción de que quizás un partido político le engaña en su coherencia de actuaciones respecto a sus programas o ideología, comienza a cuestionar la elección de su próximo voto.- Si al bajar las escaleras de la comunidad uno siente un aumento de la percepción en el olor a tabaco, comienza a preocuparse porque algún vecino fuma.- Si uno aumenta la percepción de posible infidelidad de su pareja, comienza a actuar para confirmar o descartar dicha posibilidad, y posteriormente tomar las decisiones precisas.- Si aumenta la percepción de que sus amigos, vecinos, compañeros de trabajo, pueden ir dándole la espalda, estudia sus motivos, posibles causas y factibles soluciones.- Pero ¿qué sucede? Si somos el segundo país del mundo donde más aumenta la percepción ciudadana de incremento de la corrupción.- ¿Haremos algo al respecto? ¿Exigiremos responsabilidades públicas a los corruptos posibles y reales?-Me parece que miraremos hacia otro lado, ojearemos el Marca, tomaremos nuestro café, compraremos los adornos navideños, vigilaremos nuestra “hipertensión” y con la cara resignada encararemos aquello del ¡Feliz Año Nuevo! Eso sí, en todo caso los volveremos a poner a parir cuando salgan en los telediarios, entre copa y copa, cena de empresa (el que tenga) y la esperanza lotera ilusoria, nos ayudará a seguir masticando el “sapo” diario de la percepción.-
Tras Siria, ocupamos un segundo brillante puesto; según un estudio de una ONG alemana (tenía que ser) en el porcentaje de mayor incremento en la percepción de la corrupción.-Cuidado con la noticia que da para muchas interpretaciones (malas y menos malas).-Yo personalmente interpreto, no un incremento de la corrupción real (que puede que también) sino en un incremente de su percepción.- Hay es nada, es decir, que parece ser que los ciudadanos internos y externos, se dan más cuenta que antes, de que ese tolerado virus social y político empresarial nos estruja, avergüenza y castiga y además los ciudadanos crecen en su percepción, diríamos que por fin se dan más cuenta de que existe y de qué manera.- Pues bien, si este hecho es real, cabe esperar cierta reacción de la ciudadanía, ¿o no?-Cuando uno aumenta la percepción de que puede acabar en el paro, inmediatamente después se eleva sobremanera su índice de preocupación y hasta de angustia.- Si alguien aumenta la percepción de que quizás un partido político le engaña en su coherencia de actuaciones respecto a sus programas o ideología, comienza a cuestionar la elección de su próximo voto.- Si al bajar las escaleras de la comunidad uno siente un aumento de la percepción en el olor a tabaco, comienza a preocuparse porque algún vecino fuma.- Si uno aumenta la percepción de posible infidelidad de su pareja, comienza a actuar para confirmar o descartar dicha posibilidad, y posteriormente tomar las decisiones precisas.- Si aumenta la percepción de que sus amigos, vecinos, compañeros de trabajo, pueden ir dándole la espalda, estudia sus motivos, posibles causas y factibles soluciones.- Pero ¿qué sucede? Si somos el segundo país del mundo donde más aumenta la percepción ciudadana de incremento de la corrupción.- ¿Haremos algo al respecto? ¿Exigiremos responsabilidades públicas a los corruptos posibles y reales?-Me parece que miraremos hacia otro lado, ojearemos el Marca, tomaremos nuestro café, compraremos los adornos navideños, vigilaremos nuestra “hipertensión” y con la cara resignada encararemos aquello del ¡Feliz Año Nuevo! Eso sí, en todo caso los volveremos a poner a parir cuando salgan en los telediarios, entre copa y copa, cena de empresa (el que tenga) y la esperanza lotera ilusoria, nos ayudará a seguir masticando el “sapo” diario de la percepción.-
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