EL POLVO BLANCO Y QUIZAS "UN CADILLAC"

Haciendo referencia al titulo de un libro de un joven hijarano, poeta para más señas, nos desayunamos informativamente, con una maraña de noticias depresivas (no podía ser de otra manera) sino no serían “noticias”.- Y entre ellas se cuela silenciosamente una en la que dice que España, vuelve a ser campeona de Europa, no con el balón, pero sí con el “colocón”.- País líder en el consumo de cocaína en el continente.- ¿qué significa esto? ¿Nos debe enorgullecer? ¿Acaso preocupar?.-Hombre si la complementamos con que tenemos el índice de nivel educativo por debajo de la media de los países de la OCDE, las tasas más altas de abandono escolar, y llegamos al 41% de paro, entre los jóvenes menores de treinta años; nos sale un coctel no precisamente “afrodisíaco”.-
Que responsabilidad tiene una sociedad en su conjunto, para que se produzcan dichos baremos traumáticos.-
Acaso ¿no tendrán algo que decir en esto, los educadores, padres, hijos, universidades, políticos que diseñan la educación, etc. etc.?
Abolido totalmente en nuestro sistema educativo, e incluso laboral, la cultura del esfuerzo y la “disciplina” bien entendida sin confundirla con sistemas “autodidactas” imperiosos.-
Un sentido de responsabilidad, personal, que muchos aprendimos en el núcleo familiar, y que parece ahora ser la causa de muchos traumas infantiles; nos hace pensar a los que nos beneficiamos en su día de él, que fue la mejor mochila heredada de nuestros padres, que nos ha hecho crecer, con compromiso hacia casi todo lo que nos rodea.: trabajo, familia y relaciones sociales.-
Y yo me pregunto, esa responsabilidad acentuada, ¿no nos ha impedido disfrutar del “viva la vida” que muchos más jóvenes aplican día a día? ¿Somos modelo para alguien? o somos el estigma reposado de la infelicidad, viendo ciertos criterios actuales.-
Espero que ser líderes en consumo de cocaína solo constituya un tropezón social, corregible.- Soy feliz en la medida que mis logros y satisfacciones personales y familiares me dicen que sea feliz.-Sin recurrir al “polvo blanco”, no me apetece ser yo quien decida mis momentos felices, prefiero que el mundo y las circunstancias me marquen cada ración de felicidad, ya que al fin y al cabo ésta solo es una sensación por endorfinas, que bien asimilada, se disfruta más.-