Son las neuronas el centro de la vida, según dicen los especialistas que las entienden y estudian.- Si comienzan a morir prematuramente, su función es reemplazada momentáneamente por las supervivientes; aunque el paso del tiempo y el sobreesfuerzo de trabajo condene igualmente a la muerte a éstas últimas.- Hay dos manera de mirar éste país; con la realidad del desasosiego, la frustración, la desesperanza, la falta de credibilidad de todo lo que nos rodea e incluso con el aderezo del negativismo más extenso.- Otra es con un falso optimismo, una creencia ciega en las instituciones y las personas que las integran, los políticos, sindicatos , confederaciones de empresarios, iglesia; mirando hacia otro lado con dedo culpabilizador constante, y exoneramiento general de nuestras propias responsabilidades en aras a reforzar nuestra autoestima y convencimiento de que sólo nosotros, sin los otros, podemos superar éste momento triste y desangelado como país.- Cualquiera de las dos maneras a mi entender conlleva arquitectónicamente la construcción de una bóveda de cristal que permita el aislamiento y defensa externa de nuestro ser individual, como mucho compartido exclusivamente con los muy, muy cercanos y próximos a nuestros pensamientos y peculiar manera de entender la vida.- Así progresivamente, este país, estado, o conjunto federal según de quién se trate; se va llenando cada día de más y más capsulas transparentes individuales e incomunicadas entre sí.-Sometidas cada una a un sobreesfuerzo para sacar el destino y el triunfo de forma aislada, sin entender que eso no es posible sin el apoyo del exterior tan vital en todos los déficit neuronales.- Lo peor de todo es que como una mancha de aceite fangoso, la ignominia y el abandono venzan la fuerza, creatividad e imaginación que cada individuo representa; desechando para la lucha común dichos valores que la sociedad en su conjunto necesita vitalmente.- Existen muchos jóvenes cargados de neuronas activas y bien preparadas, con capacidad de generar la dopamina necesaria que ésta nación necesita de forma vital, para generar nuevos rayos de optimismo realista, que nos permitan a los que tenemos algunos años más, descansar sobre el colchón de la satisfacción, con la tranquilidad de que la capacidad , la honradez y la perseverancia de éstos jóvenes si les dejamos actuar, podremos hablar con sentido de regeneraciones, democráticas, políticas, sociales y hasta espirituales si me apuran.- Si matamos sus ímpetus, su fuerza (por agotamiento) y los condenamos al ninguneo, o a la expulsión económica del país; nadie, absolutamente nadie podrá romper esas malditas capsulas de aislamiento que cada vez abundan más.-
Susurros al oido, desde la palabra, como arma contra el desaliento
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