Con 2o años aprobé mis primeras "oposiciones" para comenzar a trabajar en una Caja, a la que me incorporé lleno de ilusiones, esperanzas y porque no decirlo: miedos y alguna inseguridad propia de la edad.-Corría final del año 1980.-Los compañeros mas veteranos que entonces conocí, me formaron con los medios de entonces en la máxima de la atención al cliente, de la amabilidad, la comprensión y como no el fomento de la empatía con él, como forma de ganar la confianza permanente apoyada en un buen servicio.-Cambie de Caja a los doce años, comencé igual de ilusionado hace 20 en una nueva entidad, donde me inculcaron, mas profesionalidad, formación y las mismas directrices de la anterior, el servicio al público y la honestidad personal y profesional.-Por todo ello siempre he recibido un buen trato laboral y económico que siempre he valorado.-También me he sentido querido y valorado por la mayoría de clientes a los que he tenido el placer de tratar en estos treinta años de vida profesional.-Además de por todos los compañeros de trabajo con los que he compartido innumerables horas.-
No obstante las condiciones económicas actuales, han echo que todos los dedos acusadores políticos y sociales apunten a las Cajas, como culpables de todos los problemas económicos del ciudadano medio.- Los empleados de las mismas somos vistos a veces como conspiradores del poder económico, de las axfisiantes hipotecas que algunos contrataron alegremente, y de los desmanes financieros de organismos políticos, constructores y porqué no decirlo, bastantes empresarios.-La presión social y mediatica es cada vez más presionante, sobre los trabajadores de las Cajas, a los que se odia, envidia y desea que acaben en el paro como desgraciadamente gran parte de la población.-En éste país parece que lo importante no es la capacidad de mejora de cada individuo, sino que el vecino, contrario o enemigo, baje y se desplome hasta el más perjudicado de la sociedad.-Esto produce más satisfacción a algunos que el éxito propio.-
Hace varios días en mi puesto de trabajo sufrí por primera vez un "atraco" a la vieja usanza, cuchillo en mano, y precedido de una agresión en toda regla.-Fue en mi puesto de trabajo, defendiendo mi profesionalidad y mi experiencia en favor propio y de mis clientes, uno de los cuales tenía delante en ése momento.- Después del echo, me siento afortunado, el atracador no hundió el cuchillo en mi costado y se limitó a dos puñetazos de los que ni siquiera me enteré, presa del nerviosismo de la situación.-Recuerdo el caso de las dos compañeras de caja en Olot que fueron tiroteadas y sesgadas sus vidas ante el olvido y la "mofa" de algunos que todavía justificaban la actuación extrema del asesino.- Yo personalmente no sentí ningún dolor, pero sentí una humillación total psicológica, que afortunadamente casi he olvidado.-
Sentí que mis derechos y orgullo como trabajador eran pisoteados, por alguien que seguro esta pasando mas penurias económicas que yo, además lejos de su país.-
Si por mis años de trabajo, mis cursos formativos constantes, mi dedicación al cliente, con mayor o menor éxito, y mi entrañable relación con él , en muchos momentos dificiles para todos; todo compensado por tener un "buen sueldo", constituye una causa de culpa ante la sociedad, pido perdón a quien corresponda, y deseo de todo corazón que los que están pasando por el paro y el desespero económico, puedan ver su situación arreglada y mejorada a la que yo tengo.- Si ésto se produce para mí será un aliciente de superación.-Lo contrario me produce desanimo, frustraciones, pesimismo...........pero desde luego no , sentimiento de culpa.-
Todo mi apoyo y solidaridad.
ResponderEliminarUn abrazo
No se como describir todo lo que quiero/quisiera decirte Mariano, pero te puedo solamente puedo dar elogios en todos los aspectos, como profesional bueno, como persona, comprensible, sensibilidad con los demás y lleno de humanidad, no te sientas "culpable" los culpables son los que no han realizado su trabajo y todavía tienen la desfachez de echar las culpas a los que realmente lo estan realizando día a día, hora a hora sin inmportarles con los problemas que te llevas a casa para "intentar" solucionar los problemas de los demás a cambio de un "sueldo" muy bien ganado ya no quiero entrar en el segundo aspecto porque eso no "entra" en el sueldo y debe ser,,,para el que lo pasa.
ResponderEliminarMariano un abrazo, TE DECLARO INOCENTE.
Carmelo Bellido