Castiga a las grandes empresas, tanto o más que la dichosa crisis.-El miedo permanentemente instalado en la mente del trabajador, a perder su puesto, las constantes fusiones o absorciones de empresas, produce en sus operarios más veteranos una sensación de peligrosa inseguridad, que junto a la indefinición futura de la viabilidad de su empresa, le hacen caer en un “absentismo emocional” cuyo coste laboral no está verdaderamente cuantificado.- Cuando el empleado no comparte ni es partícipe de los planes a futuro de la empresa, se siente un elemento desplazado o “desplazable”, que incrementa la falta de identificación con ella, su logo y su marca, de tal manera que lo que durante muchos años ha considerado como propio, en cualquier momento piensa puede volverse contra él de la manera más dura que experimenta un trabajador….el despido, el ere, o como se llame ahora.- Se produce el caso del trabajador, calienta silla, o calienta puesto, que como un autómata, se limita a acudir a su puesto ...
Susurros al oido, desde la palabra, como arma contra el desaliento