La generación de jóvenes de 12 a 18 años y su percepción de la crisis, genera numerosos artículos, opiniones y soflamas, respecto a su papel en la actual sociedad golpeada económicamente como ninguna otra en la historia moderna o contemporánea.-
Esta generación tiene el derecho y la obligación a saber y apoyar a sus familias, a ser activos, renunciar al victimismo consumista que han padecido sus mayores, se empieza a renunciar al jersey de marca, al teléfono de última generación, etc. etc.- Por más que los padres sean a veces incapaces de frenarles de la época pasada del gastar y gastar.-Tienen remordimientos de comprar para ellos y lo gastan en sus hijos por un aquel “que tenga lo que no tuve yo”
Existe una generación de niños frustrados consumistas, que asoma cercano en el horizonte, les preocupa bastante poco la crisis, su objetivo más primordial es saber con qué amigos quedan el fin de semana, y si no suena el teléfono es una tragedia, les preocupa su orientación sexual y son tremendamente pragmáticos y “presentistas”.-
La sensación de obligatoriedad moral, a prepararse el futuro, que nos transmitieron a los padres, parece extinguida en éstos jóvenes.-
Su objetivo es “vivir al máximo” como mecanismo de defensa ante la desorientación general, el Smartphone que suelen portar en su mano, es el único elemento identitario que les da cierto nivel en la tribu social adolescente.- No profundizan en el futuro ni tienen un proyecto de vida, en base a que no saben manejar la duda constante ni el pensamiento alternativo…sin embargo no comparto la opinión de que sean inmaduros….aprovechan en ocasiones esa supuesta inmadurez, para sobrevivir, dentro de la familia, del colegio, del instituto….Es la adolescencia inmadura, insegura, dubitativa e influenciable, que siempre ha existido, generación tras generación, no es nada nuevo.-
Pero, necesitan ayuda, eso sí, siempre que la pidan, de lo contrario te arriesgas a pisar su “incomodo espacio” inseguro al que la sociedad y la economía les ha relegado.-
Esta generación tiene el derecho y la obligación a saber y apoyar a sus familias, a ser activos, renunciar al victimismo consumista que han padecido sus mayores, se empieza a renunciar al jersey de marca, al teléfono de última generación, etc. etc.- Por más que los padres sean a veces incapaces de frenarles de la época pasada del gastar y gastar.-Tienen remordimientos de comprar para ellos y lo gastan en sus hijos por un aquel “que tenga lo que no tuve yo”
Existe una generación de niños frustrados consumistas, que asoma cercano en el horizonte, les preocupa bastante poco la crisis, su objetivo más primordial es saber con qué amigos quedan el fin de semana, y si no suena el teléfono es una tragedia, les preocupa su orientación sexual y son tremendamente pragmáticos y “presentistas”.-
La sensación de obligatoriedad moral, a prepararse el futuro, que nos transmitieron a los padres, parece extinguida en éstos jóvenes.-
Su objetivo es “vivir al máximo” como mecanismo de defensa ante la desorientación general, el Smartphone que suelen portar en su mano, es el único elemento identitario que les da cierto nivel en la tribu social adolescente.- No profundizan en el futuro ni tienen un proyecto de vida, en base a que no saben manejar la duda constante ni el pensamiento alternativo…sin embargo no comparto la opinión de que sean inmaduros….aprovechan en ocasiones esa supuesta inmadurez, para sobrevivir, dentro de la familia, del colegio, del instituto….Es la adolescencia inmadura, insegura, dubitativa e influenciable, que siempre ha existido, generación tras generación, no es nada nuevo.-
Pero, necesitan ayuda, eso sí, siempre que la pidan, de lo contrario te arriesgas a pisar su “incomodo espacio” inseguro al que la sociedad y la economía les ha relegado.-
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