La capacidad de cinismo político, de hablar de proyectos megalómanos sin ponerse la cara colorada, es cada vez más insultante en los políticos que nos han gobernado y los que actualmente lo hacen, cuando la ciudadanía raya el umbral de la pobreza, con números de parados que ya se reconocen en los seis millones reales.-
La dichosa y repetitiva paranoia de la ciudad de Madrid, por albergar unos juegos olímpicos, descartada hasta en tres ocasiones, raya en el más absoluto desprecio, con el mirar hacia otro lado de la situación actual.-
Cuando se privatiza sin rubor la sanidad pública, se machaca sin descanso la educación con acceso hasta ahora a todo tipo de rentas (altas-medias y bajas) uno se asombra e indigna ante fotografías de intenciones faraónicas para un nuevo despilfarro de las arcas públicas, en aras a no se sabe bien qué proyecto deportivo a realizar, como antídoto al parón económico, a las crisis de las empresas, familias, y empleo juvenil.-
Pero no importa, al aura de unos juegos olímpicos, veremos medrar nuevamente con cifras y proyectos millonarios en euros, a los prestigiosos arquitectos que a lo largo y ancho de éste país, durante los últimos veinte años, han cobrado escandalosas minutas con cargo al erario público, regido por políticos sin escrúpulos, a los que no les costaba nada extender cheques de millones de euros por las firmas “Calatrava” “Bofill” y un sinfín de internacionales que diseñaron puentes de Expos, y Torres de Agua, actualmente inservibles y ejemplos del despilfarro más insultante al que el ciudadano ha tenido que soportar.-
Ante esto, ¿Qué podemos hacer?, por lo menos mantener un criterio propio y ciudadano, para que no nos vuelvan a engañar, ni éstos ni ningunos.- Están convencidos de que el pueblo es fácilmente manipulable , creen que con el pan y circo (futbol) seguiremos aborregados y defendiendo a los nuestros en contra de los otros, hagan lo que hagan.-
No existe la objetividad, ni de criterio, ni de opinión y por supuesto de información.-Nos han vencido en todos los aspectos.-Lo saben y están seguros de ello, por eso lo practican sin rubor ni decencia……..al engaño me refiero, naturalmente.-
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