Nació a partir del año 1960 (baby-boom) coincidiendo con la explosión demográfica de los llamados “planes de desarrollo” del régimen franquista de la época.-Conoció y tomó en su niñez, el famoso Cola Cao, desarrolló su formación en colegios públicos , generalmente, aunque en algunos casos hizo escarceos en concertado-religiosos, expertos en formación profesional, y que no solían cuajar.-Volvió al bachillerato, y se adentro para formarse profesionalmente en “escuelas de comercio” de “artes y oficios”, etc. hasta que consiguió debutar en el mundo laboral con sueldos de 8.000 pesetas al mes de la época.- Como patriota, cumplió con su “servicio militar” malempleando año y medio de su juventud, y al acabar entro en un taller, o aprobó unas oposiciones para banca.- En ambos casos comenzó una carrera de formación y experiencia laboral, aderezada por numerosos, cursos o pseudo-masters de formación continua que le han llevado hasta la actualidad, con su edad, a ser uno de los empleados con mayor equilibrio formación-experiencia.-
Si ha tenido la suerte de trabajar en una PYME o gran empresa, da igual, actualmente, sólo oye a su alrededor, empleados sujetos a eres y prejubilaciones.-Tiene la sensación de que es un capital humano amortizado, los que le enseñaron y aconsejaron laboralmente, comienzan a despedirse de las empresas, voluntaria o forzadamente.-Las carreras profesionales internas carecen actualmente de significado, el coste empleado, prevalece sobre cualquier criterio de reestructuración empresarial.-
El empleado cincuentón, comienza a sentirse un mueble desplazado, una máquina amortizada, a punto de sustituir, o un inactivo laboral, del que en poco plazo habrá que desprenderse, si se puede asumir su coste, si no se le aguantará, donde no moleste mucho, sin rechistar ni crear problemas.-
En numerosos momentos, se le hizo creer, que él era empresa; no trabajador, se le hacía encargado de taller o director de caja/banco y se le conseguía integrar en el logo institucional como parte de la mal llamada “empresa”.- A cambio se conseguía de él, dedicación exclusiva y disponibilidad total cuando sonaba el cornetín de ordenes.-
Que decepción, ahora se da cuenta, de la depreciación patronal de su verdadero valor…….caduco, amortizado y pensando en su jubilación, el cincuentón, diamante en bruto de experiencia y formación, está siendo arrinconado por las empresas.-
Si ha tenido la suerte de trabajar en una PYME o gran empresa, da igual, actualmente, sólo oye a su alrededor, empleados sujetos a eres y prejubilaciones.-Tiene la sensación de que es un capital humano amortizado, los que le enseñaron y aconsejaron laboralmente, comienzan a despedirse de las empresas, voluntaria o forzadamente.-Las carreras profesionales internas carecen actualmente de significado, el coste empleado, prevalece sobre cualquier criterio de reestructuración empresarial.-
El empleado cincuentón, comienza a sentirse un mueble desplazado, una máquina amortizada, a punto de sustituir, o un inactivo laboral, del que en poco plazo habrá que desprenderse, si se puede asumir su coste, si no se le aguantará, donde no moleste mucho, sin rechistar ni crear problemas.-
En numerosos momentos, se le hizo creer, que él era empresa; no trabajador, se le hacía encargado de taller o director de caja/banco y se le conseguía integrar en el logo institucional como parte de la mal llamada “empresa”.- A cambio se conseguía de él, dedicación exclusiva y disponibilidad total cuando sonaba el cornetín de ordenes.-
Que decepción, ahora se da cuenta, de la depreciación patronal de su verdadero valor…….caduco, amortizado y pensando en su jubilación, el cincuentón, diamante en bruto de experiencia y formación, está siendo arrinconado por las empresas.-
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