La sensación que he tenido, escuchando una vez más al gran economista, humanista y pensador, D.Jose Luis Sampedro; es de un empequeñecimiento personal que me deja sin aliento.-Confieso que a pesar de haber leído bastantes cosas de él, la capacidad de sorprenderme la mantiene intacta.- La claridad de ideas, de expresión y de transmisión de las mismas, envueltas en el mayor papel que constituye el sentido común; hacen que cualquiera, con mayor o menor capacidad intelectual, digiera y asimile sus palabras con un enganche personal que todavía me sigue dejando con la boca abierta.- Entre sus frases lapidarias suelta un.: “la libertad de expresión no tiene validez sin libertad de pensamiento” que te hace resquebrajar las neuronas intentando asimilar con miedo todo su contenido.- Miedo del que también habla, cuando acierta a decir que vivimos la época de la economía del miedo, porque el miedo domina y paraliza a la gente, maniatando sus actos y lo que es peor, sus pensamientos.- Esta es la cr...
Susurros al oido, desde la palabra, como arma contra el desaliento